Al son de las cajas copleras, el vuelo de la harina y el aroma de la albahaca, se honrará a la Pachamama en la ciudad tucumana de Amaicha del Valle, al noroeste de la capital provincial, en la 67 Fiesta Nacional de la Madre Tierra.
La tradicional fiesta que conjuga cultura y tradición se extenderá del 27 de febrero al 4 de marzo.
La celebración, que cada año rinde culto a la Madre Tierra, y se origina en antiguos rituales prehispánicos vinculados a la fertilidad para el ganado y los cultivos, tiene lugar y se festeja hace sesenta y siete años en Amaicha del Valle, un pueblo ubicado a 167 kilómetros al noroeste de San Miguel de Tucumán.
Allí la vegetación agreste, rodeada de cerros, da como resultado uno de los mejores climas del mundo.
Este pueblo que es famoso por sus distinguidos vinos “pateros”, los quesillos de cabra, el arrope de chañar y las comidas artesanales, recibe todos los años, durante cinco días, a una gran cantidad de turistas de todo el país y del mundo para rendir tributo a la Madre Tierra, la naturaleza que hace germinar las semillas y madurar los frutos.
Los actos tradicionales de este año comenzarán el jueves 27 de febrero con el encuentro de las comadres. Allí se realiza la veneración a la Pachamama en una apacheta al son de los cantos acompañados de las cajas; se procede al topamiento a pie, se tiran unos arcos hasta romperlos y se comparten los productos como albahaca, masas dulces y flores.
Luego bailan y juegan tirándose agua y harina con papel picado y se enlazan con serpentina, y por la noche y durante lo que reste de la fiesta, en un escenario montado bajo una frondosa “enramada” -pasillos con techos de paja de los campos del valle-, las copleras harán sonar sus cajas haciendo retumbar los cerros dando inicio a la gran fiesta de cada noche.
Además se presentan artistas locales, provinciales y nacionales.
El domingo 2 de marzo por la mañana, se llevará a cabo la fiesta central: la elección de la Pachamama.
El Consejo de Ancianos de la comunidad originaria de Amaicha del Valle realiza esta selección entre las mujeres de mayor edad y sabiduría de esta comunidad.
La elegida Pachamama recibe los atributos y pasa a formar parte de un cortejo, a bordo de un trono de piedra en una carroza adornada.
La acompaña el Yastay (dueño de los animales), el Pujllay (el diablo) y la Ñusta (figura que representa los frutos de la tierra).
Asimismo, se realiza un importante desfile a caballo con gauchos que se convocan de diferentes lugares.
También desfilan los vecinos de la zona, que ponen su empeño en realizar carrozas que representan la actividad diaria de los lugareños o recordando algún hecho importante que los marcó en el pasado.
El último día como cierre del festejo se realiza la elección de La Alajita, lo que sería la reina del carnaval de la localidad, una niña joven e inteligente que sepa de las costumbres del Valle.
FUENTE: Telam - 20/02/2014