Entrevista a Estanislao Bachrach, experto en cerebro

Se doctoró en Biología y trabajó en Harvard hasta que se dio cuenta de que la vida en el laboratorio no lo apasionaba. Volvió a la Argentina donde decidió combinar la ciencia con el mundo del trabajo. Hoy es el autor de “ÁgilMente”, un best seller que enseña a entrenar y comprender el cerebro para poder tener una mente más creativa.

 

3 tips para tener una vida más feliz y creativa:

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Cómo se nos ocurren las ideas: Estanislao Bachrach en TEDxRosario:

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¿Mi cerebro puede seguir aprendiendo a pesar de los años? ¿Es posible entrenar la creatividad? ¿Hay técnicas para innovar en el trabajo? Estas y otras preguntas son las que responde ÁgilMente, un best seller que lleva más de 150 mil ejemplares vendidos. Su autor, el biólogo argentino Estanislao Bachrach, charló con Rumbos sobre el fenómeno del libro que intenta poner a entrenar las neuronas.

¿Cómo aparece esta necesidad de investigar el cerebro?
Comencé en el tema investigando empresas creativas. Hice viajes a Japón y a Corea, donde estuve en Sony, Samsung y LG. Mi idea era ver cómo hacían esas empresas para innovar, para crear cosas nuevas que a la gente le gustan. Lo que hallé fue, primero, que tienen dentro de sus consultores a neurocientíficos y, segundo, que sus empleados no son particularmente creativos. La pregunta que me surgía fue: ¿cómo hacen cosas creativas si su gente no es creativa? Y me di cuenta de que la forma de trabajar, las técnicas para pensar distinto, el ambiente laboral, todo eso es lo que hace la diferencia. Observé qué hacían estas empresas e intenté adaptarlo a la cultura argentina con una base científica detrás, que viene de la neurociencia, para trabajar con empresas y asesorarlos en temas de creatividad e innovación.

¿Qué es lo más difícil  para ser creativo en el trabajo?
Hay dos grandes cosas. Una es el clima en el que se trabaja. Por lo general, en las grandes empresas hay ambientes enemigos de la creatividad o de la toma de riesgos. Nosotros trabajamos en paralelo la cabeza de las personas con el ambiente de la organización. Porque si el jefe no ayuda, los empleados no pueden ser creativos. Y la otra cosa es la autocrítica: yo no sirvo, no puedo ser creativo. Hay que salir de ese modo, animarse.

¿Existe una facilidad para la creatividad en algunas personas?
Sí, hay gente que es creativa como un don. Pero nosotros justamente trabajamos con la gente que no tiene ese talento. Por muchos años los científicos decían que si vos tenías 60 o 70 años y no eras creativo ya no podías cambiarlo. Y lo que la ciencia va demostrando día a día es que el cerebro es mucho más plástico y maleable de lo que se creía. No está claro cuánto se puede cambiar y no se sabe qué potencial tiene cada uno. Pero vos podés tener un potencial tremendo, y ese es nuestro punto de partida.

¿Cuál es el secreto para aprovechar ese potencial?
Lo que importa son las expectativas que te ponés. Si querés ser Nadal, Einstein o Picasso, va a ser difícil. Pero siempre hay que tener alguna expectativa, porque esa es la forma de que el cerebro encuentre oportunidades para mejorar, porque si vos no sabés qué querés lograr, el cerbero se la va a pasar haciendo cosas automáticas. Cuanto más motivado estás, más ganas te dan de seguir mejorando.

¿No te puede jugar en contra la presión de “encontrar una pasión”?
Obvio, es muy difícil. Mi opinión es: probá, hacé cosas distintas. Quedándote en tu casa mirando televisión es muy difícil que te des cuenta de qué te gusta. Hay que probar sin muchas expectativas. Lo que es seguro es que si no probás es muy difícil arrancar. Igual yo conozco mucha gente a la cual no le interesa ser feliz en el trabajo. Vienen y me dicen: yo quiero ser feliz cuando salgo del trabajo, cobrar e irme de vacaciones. Y me parece súper respetable también.

¿Cómo surge una nueva idea?
Como todo paradigma científico, con los años se modifica la forma de pensar. Está la teoría de la “memoria inteligente”, la cual dice que las ideas vienen de combinaciones al azar de cosas que tenés previamente en tu cabeza. No hay nada novedoso, sino combinaciones novedosas de cosas que ya existen. Estudios médicos han demostrado que esa combinación novedosa sucede cuando uno está tranquilo. Cuanto más estresado estás, menos ideas aparecen porque estás usando tu energía en otra cosa. Pero cuando te duchás o salís a correr es como que se abre una pared y aparecen pensamientos más creativos.

La vida actual, con tanta preocupación, ¿dificulta la creatividad?
Cuanto más preocupado o estresado estás, sos menos creativo, menos productivo y te cansás más al final del día. Imaginate que uno puede tener sólo un 2 % del cerebro prendido al mismo tiempo. Estrés, preocupación, son neuronas prendidas. Significa que estás gastando mucha energía que podrías estar usando en nuevas ideas.

Volver a empezar
Hasta el año 2004, la vida de Estanislao Bachrach era otra, completamente diferente. Luego de graduarse de biólogo en la Universidad de Buenos Aires y de doctorarse en Francia, se mudó a Boston donde comenzó a trabajar en su posdoctorado. Estanislao era un hombre de laboratorio con todas las letras, y pasaba sus días dedicado de lleno a la investigación. Eso es lo que era –o creía ser– hasta que su mente dijo “basta”.

“Al cuarto año de estar ahí, me di cuenta de que no la estaba pasando bien. Mi cuerpo me lo hizo ver, literalmente. Me agarraban ataques de pánico, me dolía la cabeza, la panza, y el médico me  decía que no tenía nada. Cuasi experto en cerebro dije, bueno: mi cabeza me está queriendo decir algo. Y me di cuenta de que no quería estar ahí”, explica.

¿Y qué decidiste después?
Lo único que tenía claro era que quería volver a la Argentina. Había estado 10 años afuera y extrañaba mi familia, mis amigos, el país. Pero no sabía de qué iba a tratarse la vuelta. Me costó 3 años volver a entender todo. Y conocí a Ernesto Schargordsky, el rector del Di Tella que me propuso hacer una Maestría en Negocios y me dijo de combinarla con mis conocimientos de ciencia. Y ahí empecé a entender el mundo de las empresas, empecé a observar, desde mi mirada de científico, cómo las personas en las compañías hacen todo casi lo opuesto a lo que la ciencia dice que habría que hacer para trabajar mejor o al menos ser un poco más felices en lo que hacemos.

Vos te arriesgaste  hacia lo creativo, ¿qué tips le darías a alguien que quiere comenzar a hacerlo?
Una de las cosas más importantes, con la cual la ciencia está de acuerdo, es tu creencia en vos mismo.  Tenés que sentir que podés. La creatividad es como jugar al tenis. Requiere disciplina, entrenamiento, esfuerzo, porque estás cambiando tu cabeza. Y lo más importante es generar un espacio en donde no te juzgues ni te critiques. Dedicate 10 minutos a encontrar 50 posibles soluciones a tu problema. Pero sin editarte. Porque cuando comenzás a usar la lógica te salís de la creatividad. Recién después podés analizar cuál es la mejor solución.   

 

FUENTE: www.rumbosdigital.com/secciones/notas/estanislao-bachrach-experto-en-cerebro