El Observatorio de Bosque Alegre formó parte del proceso de investigación. El hallazgo revoluciona el campo de la Astronomía.
Astrónomos cordobeses participaron de un hallazgo que revoluciona el campo de la Astronomía, ya que descubrieron el primer asteroide con anillos, los cuales hasta ahora se pensaba que eran exclusivos de planetas gigantes y gaseosos como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Junto al Grupo de Astrometría y Fotometría del Observatorio Astronómico de la UNC, participaron científicos de España, Francia, Brasil, Chile y Uruguay.
Se trata de “Chariklo”, un asteroide rocoso de unos 250 kilómetrosde diámetro, ubicado entre las órbitas de Saturno y Urano, y que es el primero de los más de 650 mil cuerpos menores existentes en el Sistema Solar al que se le descubre un sistema denso de anillos.
El hallazgo fue realizado el 3 de junio de 2013, y el trabajo será publicado el 4 de abril en la prestigiosa revista científica Nature, informaron desde la Universidad Nacional de Córdoba.
En la labor de observación participaron 17 telescopios y astrónomos de Argentina, Chile, Brasil y Uruguay. El equipo del Observatorio Astronómico de Córdoba estuvo compuesto por su director Diego García Lambas, Matías Schneiter, investigador del Instituto de Astronomía Teórica y Experimental, junto a los astrónomos aficionados Raúl Meliá y Carlos Colazzo, ambos del Grupo de Astrometría y Fotometría. El trabajo fue posible a partir de la recuperación y puesta en funcionamiento de los instrumentos y la infraestructura de la Estación Astrofísica de Bosque Alegre hace tres años.
Los hechos
Carlos Colazzo, uno de los astrónomos aficionados que participó con observaciones desde la Estación Astrofísica de Bosque Alegre, relató que el descubrimiento ocurrió en la madrugada del 3 de junio de 2013, cuando astrónomos de cuatro países sudamericanos se prepararon para observar y registrar el paso de Chariklo delante de una estrella, que vería su luz bloqueada durante el lapso de unos segundos.
En Córdoba, la tarea recayó en la Estación Astrofísica de Bosque Alegre, donde se utilizaron dos telescopios.
Colazzo señaló que lo que se debía observar era una disminución pronunciada del brillo cuando el asteroide cruzara delante de la estrella, pero eso no ocurrió. “Luego de varias horas de desconcierto comenzamos a pensar que esos puntos alrededor del asteroide que habíamos visto, se acomodaban en forma de elipse o anillo”, detalló a LA MAÑANA el astrónomo.
Tanto Colazzo como Meliá enviaron su reporte a René Duffard, el astrónomo cordobés que trabaja en el Instituto de Astrofísica de Andalucía, con quien ya habían tomado contacto en varios otras oportunidades.
Más tarde, se enteraría que nueve de los 17 telescopios que seguían el fenómeno en simultáneo habían captado pequeñas porciones de los anillos.
“Nunca nadie pensó que alrededor de un asteroide, es decir, de una piedrita tan chiquita, podría haber anillos, lo cual abrió una serie de inquietudes: ¿se trata de un caso aislado?”, señaló el astrónomo.
Descubrimiento histórico
El entusiasmo de Colazzo y el resto del equipo de astrónomos es totalmente justificado. “El primer anillo en un planeta lo detectó Galileo Galilei en 1610 (saturno). El segundo anillo detectado fue más de 400 años después, en 1977 (Urano). Éste es el tercer descubrimiento que se realiza de anillos desde tierra”, señaló, teniendo en cuenta que misiones espaciales de la Nasa fueron quienes revelaron la existencia de anillos alrededor de Júpiter (1979) y de Neptuno (1989).
Si bien Raúl Meliá y Carlos Colazzo no tienen título universitario en Astronomía, ni un posgrado en la materia, desde hace años colaboran con el Grupo de Astrometría y Fotometría con sus mediciones y observaciones. “Creo que lo que más importa más allá del hallazgo realizado, es destacar que este descubrimiento pudo darse gracias a la decisión del director del Observatorio Nacional de Córdoba y las autoridades de la Universidad Nacional de Córdoba de reabrir la Estación Astrofísica de Bosque Alegre que por décadas estuvo inactiva. Y el hallazgo que se realizó demuestra que se puede hacer ciencia con los telescopios que tenemos en Córdoba”.
FUENTE: La Mañana de Córdoba - 27/03/2014